Agentes de la Guardia Civil embarcados en el patrullero oceánico Rio Segura (IMO 9561174) apresaron en aguas internacionales un velero cargado con una tonelada de cocaína. La detención de los tres tripulantes croatas, con antecedentes por tráfico de estupefacientes y armas, se produjo dentro de la Operación Falkusa a unas 88 millas al oeste de la isla de La Palma (Islas Canarias).
Todo comenzó el pasado mes de febrero cuando la Audiencia Nacional dio luz verde a investigar una nueva ruta africana para introducir droga en el continente europeo. Gracias a esta investigación se ha puesto de manifiesto la presencia en territorio español de miembros de bandas criminales del este de Europa que realizan estos viajes transatlánticos.
En su mayoría son ciudadanos de Albania, Montenegro, Bosnia o Croacia que establecen su residencia en áreas estratégicas como Islas Canarias, Galicia y sur de España. La Guardia Civil informa que «se consolida la tendencia que apuntan a organizaciones criminales de esas zonas como los responsables de muchas de las importaciones de cocaína en Europa».
La investigación ha permitido realizar al mismo tiempo varios registros en Croacia después de que los agentes del Grupo Central Antidrogas de la Unidad Central Operativa (UCO) recabasen suficientes datos sobre el velero croata Majic que lo vinculaban directamente con el tráfico internacional de sustancias estupefacientes a gran escala.
El abordaje del velero se produjo durante la madrugada del pasado miércoles. En varias estancias se encontraron 980 paquetes de cocaína. Para ello fue fundamental la colaboración de las autoridades croatas, que permitió establecer la fecha de partida del velero desde Dubrovnik. Desde allí se dirigió a la isla de Lanzarote previa escala en Montenegro y Almería.
A mediados del mes de agosto el Majic zarpó con destino Brasil, comprobándose desde el Centro de Coordinación y Vigilancia Marítima (CECORVIMAR) de la Guardia Civil que el velero no seguía una ruta acorde con el destino declarado, navegando dirección sur en paralelo a las costas africanas hasta el Golfo de Guinea, siempre en aguas internacionales.
Posteriormente cambió su rumbo hacia el norte, lo que hizo sospechar a los agentes que se había producido un posible trasbordo de la droga en alta mar desde un barco no identificado. Esto motivó la rápida intervención del Servicio Marítimo de la Guardia Civil mediante su buque Rio Segura con miembros de la Unidad Especial de Intervención (UEI) a bordo, que realizaron el abordaje antes de que la droga pudiese ser descargada en algún punto del litoral canario.
Fuente: Europa Press
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